Marta Torres Fitó - Doctoralia.es
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Melanoma

El MELANOMA es un tumor de las células pigmentarias de la piel, los melanocitos. Es el tipo de cáncer de piel más agresivo y puede llegar a ser mortal.

A menudo su primer síntoma es el cambio de tamaño, forma, color o textura, de una peca o lunar, o bien la aparición de un lunar nuevo que realiza cambios en poco tiempo.

La causa del melanoma es variada, pudiendo haber causas genéticas, pero los factores ambientales son los más determinantes: haber tomado el sol en exceso a lo largo de la vida o haberlo hecho de forma inadecuada.

Otros factores de riesgo son tener la piel, los ojos y los cabellos claros, que haya presencia de pecas atípicas y en una cantidad elevada o haber sufrido quemaduras solares durante la infancia. 

El diagnóstico precoz es fundamental. Deben ser detectados lo más pronto posible y así evitaremos la progresión y que pueda diseminarse.

Todas las personas deberían revisarse la piel con frecuencia y acudir como mínimo una vea al año al dermatólogo. Esta revisión tiene carácter de urgencia si se produce cualquier cambio en la piel o se sospecha de una lesión. 

El método "ABCDE" puede ayudar a recordar los signos de alarma de una peca o nevus. 

Asimetría: el contorno de una mitad no es igual al de la otra mitad.

Bordes: son desiguales, borrosos o irregulares.

Color: tiene coloraciones diferentes, pudiendo incluir tonalidades negras, marrones o azuladas. 

Diámetro: cambios en el tamaño, generalmente se vuelven más grandes.

Evolución: cualquier cambio en la peca en las últimas semanas o meses.

 

   Delante de cambios como estos el dermatólogo, bien de forma visual o por medio de la ayuda de técnicas concretas como la dermoscopía estándard y la digital (FOTOFINDER*), resulta determinante en el diagnóstico precoz y, si es preciso en la extirpación sin demora de la lesión. 

Una vez realizado el diagnóstico mediante el estudio patológico (biopsia) se deberá valorar los pasos a seguir ya que el melanoma tiene un protocolo de actuación establecido.

En los casos de pacientes con numerosas pecas como el síndrome del nevus atípico, en los que el seguimiento puede resultar difícil, la técnica de microscopía de epiluminiscencia digital* nos ayuda a un correcto seguimiento en los años porque comporta la realización de mapas corporales e imágenes digitales de las pecas más raras y dudosas que pueden quedar. Así si se ven cambios relevantes se puede indicar tratamiento o bien, al contrario, la estabilidad de las pecas nos puede hacer optar por no tratar, evitando cirugías con las consecuentes cicatrices que pueden quedar.

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