Para determinar el componente químico que está causando la reacción alérgica de contacto utilizamos las pruebas de alergia con parche o pruebas epicutáneas (también llamado “Patch test”). Habitualmente sirven para detectar las reacciones de hipersensibilidad retardada.
Estas pruebas consisten en la aplicación en la espalda o el brazo de pequeños parches impregnados con las diferentes sustancias sospechosas de estar actuando como alergenos en determinado paciente. Estos parches se retiran a las 48h. A las 72-96h se observa si ha habido reacción.
En ocasiones se puede realizar un test de apliación abierta que consiste en la aplicación repetida de la sustancia sospechosa durante unos días en una zona escogida. En caso de alergia aparecerá una reacción eccematosa.
De entrada en la consulta se realizan las pruebas básicas, que testan unos 35 componentes, los más comunes que en nuestro entorno suelen producir alergia. Las sustancias más frecuentes son los metales como el níquel (bisutería, botones, hebillas etc.), cobalto (hebillas, botones...), cromo (cimiento, adobado de piel y cuero, pinturas...), mercurio, productos cosméticos y tintes capilares, medicamentos tópicos (pomadas, colirios...) entre otros.
En determinadas ocasiones, por el tipo de trabajo y exposición del paciente són necesarias pruebas todavía más especializadas para encontrar la causa y poder evitarla.